Descripción
El árbol ya estaba muerto,
visceral y centenario.
Ni fue por onda expansiva,
ni por leñadores vascos.
Gernika echaba las tripas,
en un cuadro de Picasso.
Y el potasio en las cenizas,
abrió caminos de nardos.
Y el veintidós de noviembre,
siete cigüeñas posaron
en brazos de Santa Rosa,
sangre de poeta gitano.
[…]
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